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martes, 2 de octubre de 2007

Rayada 2: Contrariedades

Si hay un tema del que me gusta divagar y divagar y seguir divagando... es posiblemente el tema de las contrariedades. La ambigüedad de ser una cosa y parecer otra, de pensar en lo opuesto a lo que se hace. Es en éste tema en concreto en el que me reconozco un poco experto. Naturalmente, el eje principal suelo ser yo, pero considero tan válidos los resultados en mí sacados con en cualquier tipo de persona.

Empecemos hablando sobre el Optimismo y el Pesimismo.

Una persona optimista es aquella persona que resuelve que cualquier situacion en la que se encuentre, va a solucionarse tarde o temprano.

Una persona pesimista, por el contrario, siempre va a confiar en que suceda lo menos favorable en las mismas situaciones.

Lo que sucede en el fondo es que subconscientemente queremos ajustar la realidad a la totalidad del mundo que nos rodea, con ello queda reflejado en la mayoría de la gente que la gente pesimista es en realidad gente a la que le han ido las cosas más bien de lo normal, y piensa constantemente que su suerte puede acabarse en cualquier momento, mientras que la gente optimista es gente, por lo general, que piensa que ya no puede pasarle nada peor.

Como no, es una generalización de masas. Siempre hay excepciones, como la persona egocentrica que se cree mejor que nadie y piensa que todo lo que le pasará en la vida es bueno. Son personas que han visto tan poco de la vida, que se creen por encima de todos, pero que cuando empiezan a caer, se transforman en las personas más pesimistas del mundo.

Internet en sí, es otro reflejo de contrariedad. Pero contrariedad compleja.

Por un lado tenemos los juegos, y por otro lado las conversaciones a distancia, foros, blogs,...

En las conversaciones, publicacines y demás formatos de información, el internauta medio se desinhibe totalmente, mostrándose tal y como quiere ser en realidad. Ya sea para ligar, para mantener una conversación estable y normal, para hablar de política, ... Todos muestran los dientes que tienen sin pudor, pues desde su seguro terminal se sienten capaces de decir lo que piensan sin ser contradecidos públicamente.

En cambio, a la hora de divertirse. Me llama la atención lo contradictorios que llegan a ser. Estoy hablando otra vez en modo general, pero es algo que he comprobado con bastante acierto. Hablemos concretamente de los juegos de rol por internet que es lo que más he tratado. Normalmente aquel que se haga un personaje bueno, suele ser un completo cabronazo en la vida real, y viceversa, cuando alguien se hace malo, puedes confiar en el. Ésto pasa en cuanto se tiene algo de experiencia en los juegos en concreto. Confiaré antes en un ladron que en un paladín, incluso en el propio juego.

Existen infinidad de contrariedades, pero creo que de momento ya me he rayado demasiado por hoy.

Continuara...

2 comentarios:

  1. Pero es que la sal de la vida está en la contradicción, el despiste, incluso para uno mismo. Decir que "El señor de los anillos" película va a ser un truño más grande que las bragas de Tete Delgado... pero después decir "Pues mira, no, más equivocado no podía estar". (Ejem).

    Llevar la razón siempre es taaaaan aburrido y taaaaan clase media. Lo digo como consejo, ojo, y con todo el cariño que te tengo (que es poco, como sabes). Lo mejor es la sorpresa, el doble fondo, el fraude de expectativas.

    Y no hay nada más coñazo que la certidumbre. Donde se ponga una buena duda, que se quite todo lo demás. ¿Pizza Rugantino o Chino King? ¿Sangría o Sangría Don Simón? ¿Kylie o Dannii? ¿Doctor Spock o Doctor Frank'n'Furter? Pues una de cada, qué coño, o según la situación... ay, no sé.

    :-)

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  2. :) Si es que sabia yo que meterías al King en la refriega. Has tardado! Y no.. no caere en la autocorrección tolkeniana.. Sigue siendo un truño de los grandes.
    Con lo de llevar la razón tienes muchísima... Es aburridísimo el 90% del tiempo. Pero alguien tiene que sacrificarse ;)

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